La Gala de los Goya de anoche dio para mucho, el esperado desfile y posados sobre la alfombra roja estuvo repleto de visibles resbalones y algunos excelentes aciertos.
No hay excusas posibles achacables a la imagen de «burbujita» con exceso de barrica y pachwork desmesurado que mostró Massiel, quien nos tiene acostumbrados ya a sus esperpénticos locks y chocante fue también el resbalón de Manuela Vallés que no acertó con su vestido de Elisabetha Franchi, el brillo de los pallets no favorecía nada su figura, todo lo contrario de lo que le ocurrió a Úrsula Corberó con su «sensual goldie nude» de Teresa Helbig.
Las que tampoco acertaron en su elección sobre la alfombra roja fueron las que optaron por el negro, el color del vestido «empastaba» con el color de fondo del photocall; pasar por alto este detalle pasó factura especialmente a Lolita, que desdibujaba de manera soberana su figura con su Iván Campaña, Loles León añadió volumen a su desproporcionada morfología corporal con el vestido de Antonio García, donde el exceso de tejido que aportaban los pliegues de la falda y las mangas tipo ranglan no la favorecían. La mejor representante del siempre socorrido negro fue sin duda Megan Montaner con su atrevido vestido de transparencias de Emilio Pucci.
Fueron muchas las que se decantaron por vestidos con faldas con pliegues y volumen importante, entre ellas la ganadora del Goya a la actriz revelación, Nerea Barros vestida por Oscar de la Renta, de quien cabe destacar la desacertada elección de su maquillaje, su estilista decició enmarcar su mirada con un eye-liner que trazó desde el lagrimal que acentuaba sus ojos juntos y deslucía su profunda mirada; Blanca Suárez con un Zuhair Murad, Penélope Cruz también de Óscar de la Renta con un vestido azul profundo con incrustaciones de pedredría que no acababa de realzar su figura. Quien coronó y reinó bajo esta tendencia fue Goya Toledo con su impresionante Elie Saab, sin duda una de las mejor vestidas y con mejor «beauty look» de la noche realizado por mi compañero y amigo Iván Gómez para Chanel.
Destacar también por sus originales elecciones a Juana Acosta con un primaveral e impecable vestido de Carolina Herrera y a Leticia Dolera con su floral y estiloso vestido de Dolores Promesas, ambas con un «beauty look» muy favorecedor, acorde con su indumentaria y su personalidad jovial y natural.
El blanco apareció con más o menos acierto en varias ocasiones sobre la Alfombra Roja de la mano de Rossy de Palma con un maravilloso Juanjo Oliva, la actriz no tuvo en cuenta la grandiosidad de sus formas al escoger este color que todavía la «ensanchaba» más, si bien el vestido es maravilloso, no favorecía nada la morfología corporal de la actriz quien deslucía tan extraordinaria pieza. Quienes sí dieron en el blanco fueron Alexandra Jiménez, vestida por Santos Costura, aunque su «beauty look» con volumen superior en el cabello no acababa de favorecer la fisonomía de su rostro, Cayetana Guillén Cuervo, espectacular con su The Name, que compensaba perfectamente sus formas femeninas con los apliques decorativos en los hombros, y su «beauty look» con trenza messy; maravillosa Marta Hazas, emulando a una espléndida Grace Kelly con su elección de Jorge Vázquez, y su acertadísimo «beauty look» con ondas propio de una diva. Quien triunfó de verdad esta noche fue Barbara Lennie que además de alzarse con el Goya a la mejor actriz, demostró su sencillez, elegancia y saber estar en la alfombra y roja y el escenario con su Cavalli atelier.
La cruz y la cara de esta edición la protagonizaron dos jóvenes actrices Macarena García que «desaparecía» dentro de un poco favorecedor vestido de Alberta Ferreti que agudizaba la menudez de su cuerpecillo, frente a una Inma Cuesta que con su Dolores Promesas, fortalecía su imagen al más puro estilo de las «madonnas» italianas.
El rojo tuvo presencia sobre la alfombra rosa de la mano Hiba Abouck quien a pesar de la elección de tan llamativo color firmado en su vestido por Nicolás Vaudalet, ni de su increíble belleza natural, no brilló con luz propia. Imposible pasar por alto el personal y atrevido estilo de la siempre sorprendente Macarena Gómez quien lució embarazo con un atrevido vestido rojo con transparencias de Lorenzo Caprile, Tony Acosta coincidió en color y tendencia vestida por Alicia Rueda con un beauty look diva sensacional marcado por ondas.
Como cierre de este post, reservé para el final uno de los desaciertos más sonoros, el de Clara Lago que bien prueba que un espléndido vestido de Ulises Mérida, puede quedar perfectamente eclipsado por el rotundo desacierto en la elección del «beauty look» donde el excesivo maquillaje de sus ojos luchaba con el marcado acento del color en los labios. Los looks y los aciertos más sencillos y no por ello menos relevantes de Dafne Fernández que apareció con un vestido primaveral y etéreo, muy favorecedor de 2ndskin, y con un «beauty look» muy favorecedor acentuando su mirada y con un maquillaje brillante que la enmarcó con un aura casi de hada, Andrea Duro, también impecablemente sencilla con su Basaldúa y Elena Anaya que mostró su generoso escote con un majestuosamente minimilaista Sybilla.
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